Para acabar la sesión, realizo un
ajuste neurológico a un cliente en mi consulta de Mungia, puesto que lo había visto hacer y así, además de verlo, lo experimenta.
Un
ajuste neurológico es una técnica, que mediante un impacto de alta velocidad, aplicado con los dedos o con una herramienta llamada martillo estructural, transmite una información ó un impulso dirigido a la médula espinal, creando un arco reflejo, obligando así al sistema nervioso a corregir el problema tratado.
Normalmente lo usamos tras el
masaje, después de tratar los tejidos blandos, para corregir desequilibrios óseos. Ya haré otra entrada, más a fondo sobre esta técnica.
Vuelvo a verlo dos semanas después y me dice que le ha ido muy bien el
masaje. Me dice, no me lo dijo la anterior vez, que llevaba un tiempo con molestias digestivas, en concreto, que eructaba muchísimo. Comenta que tras el
masaje, no ha vuelto a sufrir estas molestias debidas a los gases.
Los eructos se producen por diversas causas, tragar mucho aire con la comida o bebida, masticar poco sin ensalivar, masticar chicles, fumar, algunas enfermedades como gastritis, hernia de hiato, úlcera duodenal, intolerancias alimentarias (leche de vaca y otras), y muchas más.
Ahora bien, para que esas molestias se le hayan ido mediante un
ajuste neurológico (puesto que sé que no fue por el
masaje), solo ha podido ser o por una alimentación con demasiada grasa para él, puesto que en el ajuste se tocó la vértebra correspondiente a la vesícula biliar (ayuda en la digestión de las grasas mediante la bilis).
O por un bloqueo cervical, puesto que hay estudios relacionando el bloqueo cervical con el paso de aire hacia esófago y estomago, aconsejando el tratamiento de la zona cervical para corregirlo, y también en el tratamiento trabajamos esta zona. Un resultado no pretendido, que no podía esperar, puesto que no sabia que tenía ese problema con los eructos. Agradable sorpresa.