- Suprimir todos los cereales de la dieta excepto: arroz integral, trigo sarraceno (alforfón), espelta, quinoa o mijo. Tomar más germinados (ej: cebada, alfalfa,...) y más leguminosas cocidas y germinadas (garbanzos, lentejas, judías, soja, azuki, ...)
- Suprimir todos los lácteos de la dieta sustituyendolos por leches de arroz, de avena, de soja, de almendra y/o yogures de soja. Claro, muchos diréis ¿y el calcio?, hay de sobra y de más fácil asimilación en las hortalizas, sésamo, algas, soja, perejil, etc. Mirad bien las etiquetas, pues hay muchos lácteos "camuflados" como aditivos.
- Suprimir de la dieta el azúcar blanco: terrones de azúcar, caramelos, bombones, alimentos acaramelados, etc. Acidifican y desmineralizan. Podemos tomar en pequeñas cantidades azúcar integral, miel o melaza de caña. La absorción continuada de azúcares genera un agotamiento de las células beta del páncreas, reducen las reservas de cromo (Cr.), y a la larga, acaban por generar hipoglucemia, cuyos síntomas principales son: taquicardia, ansiedad, temblor, sudoración e incluso hambre.
- Suprimir las harinas blancas y la pastelería industrial, son productos altamente astringentes y acidificantes desprovistos de valores nutrientes integrales. En su defecto algo de pasta integral puntualmente.
- Evitar las carnes grasas o ricas en grasas saturadas: cerdo, embutidos, cordero, cabrito, etc. Sustituir por carnes blancas (ave en general: pollo, pavo,...) o una vez a la semana carne roja poco hecha (no superar los 110º C de temperatura en la cocción). Tratar de suprimir las grasas "camufladas" como aditivos.
- Consumir pescado blanco y azul de buena calidad. Pocos ahumados. Evitar en general el marisco (filtran toda la porquería del mar) y crustáceos (altos en colesterol).
- Tomar un máximo de alimentos crudos o cocidos al vapor a baja temperatura (por debajo de los 110º C). Tratar de ir eliminando los fritos (+ 180º C), horneados (+ 300º C) y gratinados (hasta 500º C) de la dieta. Con el calor el alimento se desnaturaliza por completo y el organismo produce muchos desechos en su transformación.
- Utilizar únicamente aceites vírgenes de primera presión en frío: oliva, girasol, lino, borraja, onagra, cártamo, de germen de trigo, de nuez, etc. Los aceites procesados alteran nuestra salud.
- Tomara pocos productos en conserva. Se aconsejan hortalizas y verduras conservadas por fermentación láctica, los llamados pickles (por ej: col fermentada o choucroute).
- No al alcohol y tabaco. Son tóxicos que sobrecargan nuestra capacidad de desintoxicación hepática, digestiva y nerviosa. El tabaco intoxica el cerebro (incremento de CO2) e induce una reducción de la vitamina C circulante; esta reducción de la vitamina C provoca la conocida "triada neurótica": hipocondría, depresión e histería.
- Reducir al máximo el café y té. Son excitantes, desmineralizantes, acidificanes, etc... La cafeina es la droga más extendida en la sociedad y se encuentra en múltiples sustancias: café, té, bebidas de cola y diversos fármacos. Su acción más perversa reside en la destruir vitaminas (A, B, P,...) y quelar (inutilizar por por secuestro) un buen número de minerales (Zn, Mg, Ca, P,...) además de ralentizar la digestión, elevar la temperatura corporal e incrementar la diuresis.
- Tomar poca sal, no más de 2 gramos al día, siendo preferible tomar los productos llamados sal de hierbas, que son bajas en sodio, o algas en polvo.
jueves, 12 de enero de 2012
Consejos para sistema nervioso
Estos consejos para el Sistema Nervioso provienen de la dieta ancestral del Dr. Jean Signalet, evidentemente también actúan sobre otros sistemas.
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Consejos y reflexiones de salud,
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lunes, 9 de enero de 2012
La vida en el útero semana a semana (25)
El sentido del gusto ya funciona: el bebé traga más líquido cuando la madre come algo dulce, y pone "cara de asco" sí ha comido algo amargo. Las células del cerebro siguen conectando, recogiendo experiencias. En las encias brotan las yemas de los dientes. Sentado mide un palmo y tu útero esc omo un melón.
Edad fetal: 23 semanas. Talla VC: 18 cm. VT: 27 cm. Peso 560 gr.
Talla VC: del vértex al coxis. VT: del vértex al talón.
Edad fetal: 23 semanas. Talla VC: 18 cm. VT: 27 cm. Peso 560 gr.
Talla VC: del vértex al coxis. VT: del vértex al talón.
jueves, 5 de enero de 2012
Dietas hipocalóricas. ¿Porqué no funcionan?
Foto: Carolina Ritter Ribeiro |
Bueno, después de estas fiestas, con sus múltiples comidas y cenas, muchos han cogido unos kilitos. A unos no les importará, pero a otros por desgracia les ocasionará unos cuantos problemas, tanto físicos como sicológicos. No es lo mismo una persona que quiere quitarse 5 kilitos para seguir como estaba antes, que la que ya tiene sobrepeso y además ha cogido esos 5 kilitos.
Estos últimos empezarán a pensar que hacer para bajar esos kilitos. Que si voy a empezar a realizar alguna actividad para "quemar" (que cumplirán los menos), que si voy a cuidar lo que meto entre pecho y espalda, que si voy a hacer la dieta de turno (la que esté de moda), y otros irán a consulta de un profesional (médico o no) que quizas le proponga una dieta hipocalórica, más adelante se explica lo que es una dieta hipocalórica, y porque no suele funcionar.
Porque expertos, como se cita en el articulo del periodico, hay muchos, ¿pero que obtengan resultados saludables?, ese ya es otro cantar, y hay muchos "expertos" que siguen recomendando una dieta hipocalórica.
Siempre me ha llamado la atención, quizás porque lo he visto en numerosas ocasiones, que alguien siga al pie de la letra las indicaciones de una dieta, sin pensar en lo que le están haciendo al cuerpo, como le está afectando dicha dieta, físicamente y psicológicamente (pufff, que mala leche se les pone a veces, normal por otra parte, pues si en cada revisión, como no has bajado peso te quitan otras 200 calorías, ya me dirás ), que la realicen un tiempo razonable, y cuando ven que no ha servido para nada bueno, que cambien a otra, y no me refiero a dietas monotipo (alcachofa, uva, ...), por llamarla de alguna manera, sino a dietas del endocrino de Osakidetza, de médicos particulares, dietistas, naturópatas,..., en las que no han tenido en cuenta su persona, su constitución, su personalidad, sus problemas emocionales, que están o ya han provocado en esta persona sus cambios hormonales (problemas de cantidad o regularidad de la "regla", disfuncionamiento hipófiso pancreático con sus periodos repentinos de "hambre canina", episodios de hipoglucemia, tendencia hacia un hipotiroidismo,...).
Bueno os expongo un razonamiento de un médico y doctor en ciencias biológicas, Jose Luis Cidón Madrigal, no se como me llegó, hace mucho que lo tengo entre distintas fichas y documentos, creo que viene "al pelo" en estas fechas, cuidado con lo que hacéis, un poquito del menos común de los sentidos.
"En el problema de la obesidad ha habido y sigue habiendo cientos de teorías diferentes, así como miles de tratamientos distintos.
La obesidad, se decía siempre que se producía por un balance energético positivo. Dicho en otras palabras, cuando la ingesta energética es mayor que el gasto, esa diferencia de energía se transforma en tejido adiposo y la persona aumenta de peso.
Dentro de la comunidad médica sabíamos que esa teoría no podía ser cierta. ¿Por qué? Sencillamente porque habíamos observado que algunas personas en un día podían perder 2 Kg. de tejido adiposo. Hay que recordar que 1 gramo de grasa equivale a 9 calorías, por lo que 2 Kg. hubieran significado 18.000 calorías. Era lógico pensar que esa persona que había perdido 2 Kg. en un día no había efectuado ninguna actividad física por encima de su metabolismo basal para que pudiera metabolizar esas 18.000 calorías.
Por otro lado, teníamos pacientes que en un día aumentaban 2 Kg. Entonces, tanto el aumentar 2 Kg. como el disminuirlos, implican 18.000 calorías por encima del metabolismo basal. No puede existir actividad física que en un día pueda gastar 18.000 calorías, ni tampoco persona que en un día ingiera 18.000 calorías.
Se hicieron estudios en los Estados Unidos que demostraron que había obesos de 160 Kg. que tenían una masa de tejido adiposo de 46 Kg., obesos de 120 Kg. que tenían los mismos 40 o 45 Kg. y otros obesos mórbidos de 230 Kg. que de tejido adiposo únicamente tenían 36 Kg.
La comunidad científica se preguntó: ¿cómo puede una persona de 230 Kg. tener solamente una masa de tejido adiposo de 36 Kg.? Descubriéndose que la diferencia reside en el agua del cuerpo del compartimiento extracelular, no intracelular.
En presencia de un balance energético negativo, además de una disminución del metabolismo basal existían también dos respuestas hormonales: un aumento en la secreción de la hormona antidiurética y de la aldosterona. ¿Por qué?
Se descubrió que en presencia de un balance energético negativo, se producía una respuesta homeostática con el consiguiente aumento de la hormona aldosterona y posterior retención de sodio, y el incremento de la hormona antidiurética con el resultado de retención de agua.
Para proteger nuestra salud poseemos un instrumento de ahorro energético, denominado metabolismo basal, que se define como la mínima cantidad de energía necesaria para mantener nuestras actividades corporales. También se puso de manifiesto que la disminución del metabolismo se condicionaba con el aporte energético. Por ejemplo: si un paciente con un aporte de 1600 calorías diarias disminuye el ingreso a 1400 calorías, el metabolismo se coloca en equilibrio con las 1400 calorías. Si disminuye a 1200, el metabolismo se equilibra a las 1200 calorías. Se siguió investigando científicamente hasta qué punto disminuía y se alcanzó a dar 380 calorías diarias en un hombre de 70 Kg. ingresado en un hospital. Se puede considerar que un metabolismo mínimo se encuentra entre 380 y 420 calorías diarias.
¿Por qué existe esta respuesta homeostática frente a un balance energético negativo? La regulación de nuestro sistema nervioso viene programada desde el hombre primitivo y no para el hombre de hoy en día.
Nuestro Sistema Nervioso Central interpreta el balance energético negativo como falta de alimento y activa esta respuesta homeostáticacarbohidratos, grasas, y puede sobrevivir semanas o meses, sin embargo no podría sobrevivir muchos días sin agua.
Nuestro Sistema Nervioso Central transmite al organismo que lo imprescindible es el agua, porque para el hombre primitivo era el más esencial de los elementos ya que al tener que buscar alimentos probablemente tendría que caminar y trabajar muchos días pudiendo morir deshidratado. Para que no muera y pueda sobrevivir más tiempo, nuestro Sistema Nervioso Central activa esta respuesta homeostática aumentando la secreción de hormonas antidiuréticas. El organismo sabe perfectamente que no puede retener el agua si no se retiene también el sodio, por lo que aumenta también la secreción de la aldosterona, y retiene sodio y agua.
Decíamos que el metabolismo en un período de 24 horas se equilibra con el aporte energético. Si este organismo primitivo se queda sin alimento ingiriendo únicamente 600 calorías diarias, el metabolismo basal se equilibrará a esas 600 calorías diarias, se sentirá débil y no tendrá la fuerza suficiente para ir a buscar alimentos.
Si ese hombre primitivo se queda sentado esperando que otros compañeros vayan a buscar alimento, su metabolismo basal no aumentará, aportará solamente lo que necesite para preservar su tejido adiposo. Si se comienza a mover porque tiene que buscar alimento, se igualará el metabolismo basal a su gasto energético y si ese hombre se pone a escalar una montaña y aumenta el gasto energético a 2400 o a 3000 calorías, el metabolismo basal aumentará progresivamente para ponerse en equilibrio con esas 2400 o 2800 o 3000 calorías. ¡Qué bien estamos diseñados! Si lo necesitas te lo doy, si no lo necesitas te lo quito.
El efecto yo-yo se produce cuando una vez terminada una dieta hipocalórica se recupera el peso perdido en las primeras 4-6 semanas después de haber terminado el tratamiento.
Fíjense lo que sucede con el efecto yo-yo. Si a un paciente que acude al médico se le aconseja una dieta de 1200 calorías es extremadamente difícil o imposible que se pueda proporcionar el aporte proteico aconsejado por la Organización Mundial de la Salud ya que con un gramo por kilo de peso ideal de proteína al día ya se superan las 1200 calorías. Hace años se aconsejó en los Estados Unidos la disminución del aporte de proteínas. La comunidad científica alcanzó la conclusión de que al reducir mucho las proteínas, al paciente se le provocaba un balance nitrogenado muy negativo, se disminuían las cifras del perfil inmunitario, se ocasionaba anemia y perdía masa muscular.
Con 1200 calorías existe una disminución del aporte proteico que conlleva un balance nitrogenado negativo con la consiguiente disminución del tejido magro. No es únicamente merma de masa muscular, es también pérdida de células vivientes. La disminución del tejido magro conlleva una disminución del peso corporal.
La pérdida de peso aconsejada en los Estados Unidos es, como máximo, de 1 Kg. a la semana, al estar científicamente demostrado que una pérdida más rápida, ocasionaría un balance nitrogenado fuertemente negativo, peligroso para la salud del paciente.
Si un paciente rebaja 12 Kg., posiblemente 9 de ellos sean de tejido magro. Tendremos que utilizar una dieta puente proporcionándole más cantidad de proteínas ya que realmente las necesita. Este aumento del aporte proteico conllevará un balance nitrogenado positivo, independientemente del aporte energético. Automáticamente aumentará el tejido magro con el consiguiente incremento del peso corporal hasta medio kilo al día.
En 4 semanas se puede aumentar medio kilo diario solamente de tejido magro. Cuando regrese a la consulta del médico un mes después habrá incrementado su peso en 8 Kg. El médico pensará que el paciente es un irresponsable que comió de todo.
Podríamos suponer el siguiente diálogo:
Señor ¿qué ha pasado? Usted aumentó 8 Kg. ¿Cómo es posible que haya aumentado 8 Kg. con la dieta puente que yo le he dado?
Doctor, si yo seguí su dieta puente al pie de la letra.
Por favor, señor, no insulte mi inteligencia, ¿cómo es posible que con 1400 calorías diarias usted aumente 8 Kg? Y es que 8 Kg. son 72.000 calorías en exceso de su metabolismo basal. ¿Usted sabe lo que se ha tenido que comer para ingerir 72.000 calorías?
Y el paciente piensa: este hombre tiene que ser un ignorante porque le estoy diciendo la verdad y no me cree. Además, lo peligroso es que él no me da ninguna solución. Entonces, lo mejor que puedo hacer es cambiar de médico.
¿Qué sucede? Sencillamente que hay una falta de credibilidad mutua, recíproca. El paciente no cree en el médico y el médico no cree en el paciente.
Aparte del efecto yo-yo hay otro ciclo que también permite recuperar peso después de una dieta. Hemos hablado del primero que es la respuesta homeostática, el segundo, el efecto yo-yo. El tercero es lo que se denomina «líquido metabólico» que necesitamos para digerir y metabolizar los alimentos. Entre estos merecen especial atención los carbohidratos. Para digerir un gramo de carbohidrato, el organismo humano necesita seis gramos de agua. Si ingerimos pasta y pan del orden de medio kilo diario, necesitaremos seis veces el peso en agua para digerirlo, eso quiere decir que precisaremos 3 kilos. Cuando comenzamos cualquier tipo de dieta, lo primero que se suelen restringir son los carbohidratos. Cuando estos se suprimen, en un período máximo de 48 horas se elimina el líquido metabólico que no se necesita, porque sencillamente así es como funciona nuestro organismo. Eso conlleva el rebajar esos 3 kilos en los primeros dos días.
Además, existen personas que especialmente cuando lo hacen por ellos mismos, sin la supervisión de un médico, exageran. Muchísimas veces habrán oído a pacientes que dicen: yo no necesito ninguna dieta -especialmente entre los hombres- yo me pongo tres días en ayunas y me quito 5 Kg. ¿Qué sucede? Que se ponen en balance nitrogenado negativo y pueden perder tranquilamente medio kilo diario de tejido magro. Pero también, pierden el líquido metabólico y en cuanto comienzan a comer, porque evidentemente tendrán que volver a comer ya que no van a estar en ayunas toda su vida, y consumen carbohidratos, viene el agua que necesito para digerir de nuevo esos carbohidratos, y cuando comienzan a consumir proteínas, empiezan a sintetizar el tejido magro que perdieron y lo peor de todo es que, después de una semana, recuperan los 5 Kg. El paciente no sabe lo que pasó, perdió peso con facilidad, pero lo recuperó seguidamente.
Debemos ser conscientes de que la obesidad no es un problema de más o menos calorías, sino de metabolismo y las dietas hipocalóricas, que desgraciadamente se siguen utilizando por una gran mayoría de médicos y de instituciones sanitarias. No solamente no resultan efectivas sino que, a veces, pueden ocasionar daños en la salud.
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Dietética y nutrición. Alimentación
lunes, 2 de enero de 2012
La vida en el útero de semana en semana (24)
Pueden salirle pelos en la cabeza (más gruesos que el lanugo). A partir de esta semana su cerebro aumenta unos 90 gr. al mes, arrugandose. Las células cerebrales, producidas desde la 4ª semana y a un ritmo de 100.000 por minuto, ya no se crean masivamente, pero maduran y se conectan con cada nueva sensación que experimenta: son su primera "memoria".
Edad fetal: 22 semanas. Talla VC: 17 cm. VT: 25,5. Peso: 500 gr.
Talla VC: del vértex al coxis. VT: del vértex al talón.
Edad fetal: 22 semanas. Talla VC: 17 cm. VT: 25,5. Peso: 500 gr.
Talla VC: del vértex al coxis. VT: del vértex al talón.
Tomate unas respiraciones para este año que comienza
A ver si nos tomamos las cosas con calma. Cuantas veces nos lo hemos dicho o dicho a otras personas. Este es un video de la campaña océanos de Greenpeace, que nos puede ayudar a comenzar el año con menos estrés, menos prisas y quererlo todo para ayer.
Con mis mejores deseos para todos en este año que comienza.
Ahí va:
Con mis mejores deseos para todos en este año que comienza.
Ahí va:
viernes, 30 de diciembre de 2011
Lesión en muñeca. He caído como un saco de patatas.
El antes |
Me he hecho un esguince de muñeca
Haciendo de tío, he ido a patinar a la pista de hielo con mi sobrina preferida (y única, je, je, está leyendo esto según escribo y no le ha hecho mucha gracia esto último, tiene 7 años).Bueno, el caso es que ella nunca ha patinado, y yo hace muchos años. Vamos de la mano, en un momento ella pierde de nuevo el equilibrio, se gira hacia mi, y nos encontramos cara a cara, yo haciendo fuerza para mantenerla sin que toque el suelo, y ella moviéndose como una anguila, con los pies deslizándose en todas direcciones. En el momento en que se estabiliza, pierdo yo el equilibrio y caigo de espaldas, apoyando la muñeca. Zaaasss!, seré pardillo, pues se como debo de caer, con todo el brazo para disminuir el impacto, pero estas cosas se aprenden mecanizándolas, y hace mucho que no practico.
El después |
De camino a casa, paso por la farmacia y compro Arnica montana 9Ch y encargo Ruta graveolens 5 Ch. (me la prepararan en un ratito, en esta farmacia tienen laboratorio homeopático). Según salgo de la farmacia ya me estoy metiendo 3 gránulos de Arnica, que iré repitiendo. En casa pongo la muñeca bajo el chorro de agua fría y la mantengo 15 minutos (también tengo una bolsa de gel en el congelador, pero si es en una extremidad prefiero el frío del agua corriente), que también repetiré el procedimiento a lo largo del día. Seguido, aplicación de una buena crema para "huesos", y auto masaje especifico (que también repetiré). Después de comer a la farmacia a por la Ruta. Y cada poco Arnica + Ruta, más frío,
más crema, más automasaje.
Arnica montana se toma en cualquier traumatismo (físico o emocional, lo que variará sera la dilución, pudiendo ser decimal, centesimal, milesimal, buscando el objetivo a conseguir), en este caso nos ayudará reduciendo el dolor (se la conoce como el antiinflamatorio homeopático). Como preventivo para la hemorragia aponeurótica, por su tropismo capilar, reduciendo la inflamación. Y al mismo tiempo y aunque parece contradictorio, ayuda a la irrigación de la zona y previene posibles osificaciones secundarias. En fin, que entre sus diversos usos, Arnica montana actúa sobre la musculatura y los capilares.
Ruta Graveolens trabaja en las inserciones óseas (periostio) de los ligamentos y los tendones, con sensación de entumecimiento, de agujetas agravadas por el frío húmedo. Y tiene un tropismo especial por las muñecas (golpe, esguince, sobrecargas, quistes, bolsas, depósitos, en la zona).
Son las 18:30, el dolor ha disminuido muchísimo, la inflamación a la mitad, la movilidad bastante buena (antes no podía moverla sin dolerme). Así que no me cogeré vacaciones forzosas la semana que viene.
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Enfermedades,
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Tratamiento
jueves, 29 de diciembre de 2011
Epiritualidad
Foto: Judith M. Sanchez |
Os dejo un extracto del libro "Una llamada al Amor", del Jesuita ya fallecido Tony de Mello.
En algunas ediciones de sus libros aparece una nota informativa que indica: " Los libros escritos por el padre Anthony de Mello fueron escritos en un contexto multireligioso para ayudar a los seguidores de otras religiones, agnósticos y ateos en su búsqueda espiritual, y el autor no pretendió que fueran un manual de instrucciones sobre la fe católica en la doctrina y dogmas cristianos."
La Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el actual Papa, entonces cardenal, calificó algunos de sus escritos como incompatibles con la Fe católica.
Ahí va:
"Tarde o temprano brota en todo corazón humano el deseo de santidad, de espiritualidad, de Dios o como se quiera llamar. Oímos a los místicos hablar de una divinidad que les envuelve por todas partes, que está a nuestro alcance y que, si fuéramos capaces de descubrirla, podría hacer que nuestras vidas tuvieran sentido y fueran ricas y hermosas. La gente tiene una vaga idea a este respecto, y por ello lee libros y consulta a los gurús, tratando de averiguar qué es lo que deben hacer para obtener esa cosa tan esquiva que llamamos "santidad" o "espiritualidad". Para lo cual prueban toda clase de métodos, técnicas, ejercicios espirituales y formulas... y, al cabo de años de inútiles esfuerzos, acaban desanimados y confundidos y se preguntan en qué se habrán equivocado. Y, por lo general, se culpan a sí mismos: si hubieran practicado las técnicas con mayor regularidad, si hubieran sido más fervorosos o más generosos..., lo habrían logrado. ¿Lograr qué? De hecho, no tienen muy claro en qué consiste esa santidad que andan buscando, aunque sí saben, ciertamente, que sus vidas siguen siendo un fracaso y que ellos siguen siendo unos seres angustiados, inseguros, llenos de miedo, resentidos, despiadados, avaros, ambiciosos y manipuladores. Por eso vuelven a emprender, con renovado ímpetu, el esfuerzo y el trabajo que creen imprescindibles para alcanzar su objetivo.
Nunca se han parado a considerar algo tan simple como es el hecho de que sus esfuerzos no van a llevarles a ninguna parte. Lo único que van a conseguir con sus esfuerzos es empeorar las cosas, del mismo modo que empeoran las cosas cuando se intenta apagar un fuego con más fuego. El esfuerzo no produce el crecimiento; sea cual sea la forma que adopte (la fuerza, la costumbre, una determinada técnica o un determinado ejercicio espiritual), el esfuerzo no origina el cambio. A lo más, conduce a la represión y a encubrir el verdadero mal.
El esfuerzo sí puede modificar la conducta, pero no cambia a la persona. Piensa en la mentalidad que subyace a la pregunta " ¿Que debo hacer para alcanzar la santidad?". Es algo así como preguntar: " ¿Cuanto dinero tengo que gastar para comprar tal cosa?, ¿qué sacrificio debo hacer?, ¿a qué disciplina tengo que someterme?, ¿que clase de meditación debo practicar para obtenerlo?..." Imaginate a un hombre que deseara obtener el amor de una mujer y, para ello, tratara de mejorar su apariencia, reconstruir su cuerpo, cambiar su conducta y practicar técnicas de seducción.
De hecho, no vas a conseguir el amor de los demás a base de practicar técnicas, sino a base de ser una determinada clase de persona. Y esto no se logra con esfuerzos ni con técnicas de ningún tipo. Lo mismo sucede con la espiritualidad y la santidad. No dependen de lo que hagas (no se trata de una mercancía que pueda comprarse ni de un premio que pueda ganarse); dependen de lo que seas. La santidad no es un logro, es una Gracia. Una Gracia llamada conciencia, visión, observación, comprensión... Sólo con que encendieras la luz de la conciencia y te observaras a ti mismo y cuanto te rodea a lo largo del día; sólo con que te vieras reflejado en el espejo de la conciencia del mismo modo que ves tu rostro reflejado en un espejo de cristal, es decir, con fidelidad y claridad, tal como eres, sin la menor distorsión ni el menor añadido, y observaras dicho reflejo sin emitir juicio ni condena de ningún tipo, experimentarías los maravillosos cambios de toda clase que se producen en ti. Lo que ocurre es que no puedes controlar dichos cambios, ni eres capaz de planificarlos de antemano ni de decidir cómo y cuándo tienen que producirse. Es esta clase de conciencia que no emite juicios la única capaz de sanarte, de cambiarte y de hacerte crecer. Pero lo hace a su manera y a su tiempo.
En algunas ediciones de sus libros aparece una nota informativa que indica: " Los libros escritos por el padre Anthony de Mello fueron escritos en un contexto multireligioso para ayudar a los seguidores de otras religiones, agnósticos y ateos en su búsqueda espiritual, y el autor no pretendió que fueran un manual de instrucciones sobre la fe católica en la doctrina y dogmas cristianos."
La Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el actual Papa, entonces cardenal, calificó algunos de sus escritos como incompatibles con la Fe católica.
Ahí va:
"Tarde o temprano brota en todo corazón humano el deseo de santidad, de espiritualidad, de Dios o como se quiera llamar. Oímos a los místicos hablar de una divinidad que les envuelve por todas partes, que está a nuestro alcance y que, si fuéramos capaces de descubrirla, podría hacer que nuestras vidas tuvieran sentido y fueran ricas y hermosas. La gente tiene una vaga idea a este respecto, y por ello lee libros y consulta a los gurús, tratando de averiguar qué es lo que deben hacer para obtener esa cosa tan esquiva que llamamos "santidad" o "espiritualidad". Para lo cual prueban toda clase de métodos, técnicas, ejercicios espirituales y formulas... y, al cabo de años de inútiles esfuerzos, acaban desanimados y confundidos y se preguntan en qué se habrán equivocado. Y, por lo general, se culpan a sí mismos: si hubieran practicado las técnicas con mayor regularidad, si hubieran sido más fervorosos o más generosos..., lo habrían logrado. ¿Lograr qué? De hecho, no tienen muy claro en qué consiste esa santidad que andan buscando, aunque sí saben, ciertamente, que sus vidas siguen siendo un fracaso y que ellos siguen siendo unos seres angustiados, inseguros, llenos de miedo, resentidos, despiadados, avaros, ambiciosos y manipuladores. Por eso vuelven a emprender, con renovado ímpetu, el esfuerzo y el trabajo que creen imprescindibles para alcanzar su objetivo.
Nunca se han parado a considerar algo tan simple como es el hecho de que sus esfuerzos no van a llevarles a ninguna parte. Lo único que van a conseguir con sus esfuerzos es empeorar las cosas, del mismo modo que empeoran las cosas cuando se intenta apagar un fuego con más fuego. El esfuerzo no produce el crecimiento; sea cual sea la forma que adopte (la fuerza, la costumbre, una determinada técnica o un determinado ejercicio espiritual), el esfuerzo no origina el cambio. A lo más, conduce a la represión y a encubrir el verdadero mal.
El esfuerzo sí puede modificar la conducta, pero no cambia a la persona. Piensa en la mentalidad que subyace a la pregunta " ¿Que debo hacer para alcanzar la santidad?". Es algo así como preguntar: " ¿Cuanto dinero tengo que gastar para comprar tal cosa?, ¿qué sacrificio debo hacer?, ¿a qué disciplina tengo que someterme?, ¿que clase de meditación debo practicar para obtenerlo?..." Imaginate a un hombre que deseara obtener el amor de una mujer y, para ello, tratara de mejorar su apariencia, reconstruir su cuerpo, cambiar su conducta y practicar técnicas de seducción.
De hecho, no vas a conseguir el amor de los demás a base de practicar técnicas, sino a base de ser una determinada clase de persona. Y esto no se logra con esfuerzos ni con técnicas de ningún tipo. Lo mismo sucede con la espiritualidad y la santidad. No dependen de lo que hagas (no se trata de una mercancía que pueda comprarse ni de un premio que pueda ganarse); dependen de lo que seas. La santidad no es un logro, es una Gracia. Una Gracia llamada conciencia, visión, observación, comprensión... Sólo con que encendieras la luz de la conciencia y te observaras a ti mismo y cuanto te rodea a lo largo del día; sólo con que te vieras reflejado en el espejo de la conciencia del mismo modo que ves tu rostro reflejado en un espejo de cristal, es decir, con fidelidad y claridad, tal como eres, sin la menor distorsión ni el menor añadido, y observaras dicho reflejo sin emitir juicio ni condena de ningún tipo, experimentarías los maravillosos cambios de toda clase que se producen en ti. Lo que ocurre es que no puedes controlar dichos cambios, ni eres capaz de planificarlos de antemano ni de decidir cómo y cuándo tienen que producirse. Es esta clase de conciencia que no emite juicios la única capaz de sanarte, de cambiarte y de hacerte crecer. Pero lo hace a su manera y a su tiempo.
¿De qué debes ser consciente concretamente? De tus reacciones y de tus relaciones. Cada vez que estás en presencia de una persona (la que sea y en la situación en que sea), tienes toda clase de reacciones, positivas y negativas. Estudia esas reacciones, observa cuáles son exactamente y de dónde provienen, sin reconvención o culpabilización de ningún tipo, incluso sin deseo alguno, y, sobre todo, sin tratar de cambiarlas. Eso es todo lo que hace falta para que brote la santidad.
Pero ¿no constituye la conciencia en sí misma un esfuerzo? No, si la has percibido aunque no sea más que una vez. Porque entonces comprenderás que la conciencia es un placer: el placer de un niño que sale asombrado a descubrir el mundo; porque, incluso cuando la conciencia te hace descubrir en ti cosas que te desagradan, siempre ocasiona liberación y gozo. Y entonces sabrás que la vida inconsciente no merece ser vivida, porque está excesivamente llena de oscuridad y de dolor.
Si al principio sientes pereza en practicar la conciencia, no te violentes. Sería un esfuerzo más. Limítate a ser consciente de tu pereza, sin juzgar ni condenar. Comprenderás entonces que la conciencia requiere el mismo esfuerzo que el que tiene que realizar un enamorado para acudir junto a su amada, o un hambriento para comer, o un montañero para escalar la montaña de sus sueños; tal vez haya que emplear mucha energía, tal vez sea incluso penoso, pero no es cuestión de esfuerzo; ¡es hasta divertido! En otras palabras, la conciencia es una actividad fácil.
Pero ¿te va a proporcionar la conciencia la santidad que tanto anhelas? Sí y no. De hecho, nunca lo sabrás, porque la verdadera santidad, la que no se obtiene a base de técnicas, de esfuerzos y de represión, es absolutamente espontánea. Jamás vas a tener la menor conciencia de que se da en ti. Por lo demás, no debes preocuparte, porque la misma ambición de ser santo se desvanecerá en cuanto vivas, momento a momento, una vida plena, feliz y transparente gracias a la conciencia. Te basta con estar vigilante y despierto, porque así tus ojos verán al Salvador. No te hace falta absolutamente nada más: ni la seguridad, ni el amor, ni el pertenecer a alguien, ni la belleza, ni el poder, ni la santidad, ni ninguna otra cosa tendrán ya importancia."
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